DADATTACK!

El reinado femenino de Venus sobre los demás dioses del firmamento ha llegado a su fin.

Y no es que Venus se haya cansado y abdique a su puesto de única entre los dioses hombres, sino que la han derrocado... y de la manera acostumbrada a la gran diosa de la discordia.

Desde el momento en que Eris se dió a conocer (tal es el nombre de la conspiradora), los especialistas en la bóveda celeste se preguntaron por qué razón Plutón tenía tanta importancia, siendo más pequeño que la misma Eris (en ese momento se hacía llamar Xena, para despistar la atención de la única entre tantos, Venus). Gracias a este cuestionamiento se generó lo que Eris siempre produce... discordia.

Y muchos sabios de todas partes se reunieron en un gran cónclave para discutir el asunto. Y entre ellos estaban los que abogaban por dejar las cosas como venían siendo desde hace tiempo (obviamente eran agentes de Venus que ya se veía venir el gran conflicto de intereses), pero también estaban aquellos que, basándose en la presencia de Dysnomia, pequeña hija de Eris que la secundaba en todo, lograron que, luego de mucho deliberar y disertar, Eris fuera reconocida como miembro del panteón.

Pero pensar que la hermosa y distante Eris estaría conforme con sólo posicionarse en un lugar que no tenía es menospreciar su encantador poder.

La discordia y el caos llegaron a su punto máximo (y Eris aulló de satisfacción en un orgasmo intergaláctico) cuando los sabios reunidos tuvieron que rever la posición política de Plutón... y llegar a la conclusión de restarle poder en el firmamento y ponerlo al mismo nivel que Eris. El viejo Plutón tenía que rebajarse a resonar al unísono con la nueva miembro de la familia solar.
Y los demás dioses entendieron que Eris venía para quedarse...

Tanto poder generó en sólo un instante la poderosa Eris, que hasta pudo dividir la milenaria alianza entre Marte y Júpiter interponiéndoles al pequeño Ceres, el cual se lo reclaman el uno y el otro.

Y desde ese momento el frágil balance celeste ya no se sostuvo.

Y desde ese momento nada fue como era antes.

Y desde ese momento todos los sabios vieron que el Caos tendría su tan merecido reinado.

Y desde ese momento todos los sabios vieron que las posibilidades de Eris son infinitas... y de eso, justamente, es de lo que se trata todo... posibilidades infinitas.