Gracias... ¡totales!

Publicadas por Mael 2 ago 2010

Hace unos días a la mañana, al irme al trabajo, me despedí de mi hija con un beso en la frente y sin querer la desperté. Ella, al verme listo para salir a la calle me preguntó "¿A dónde vas?" y yo respondí casi con un susurro "A trabajar" y con una sonrisa envuelta en lagañas me dijo "Gracias" y se dio vuelta para volver a dormir.


¿A qué venía ese agradecimiento?


No lo supe en ese momento (y no lo se hasta ahora, porque como tiene 3 años tampoco se lo voy a preguntar en profundidad), pero me quedó dando vueltas en la cabeza durante varios días, desencadenando, principalmente, las incógnitas ¿qué es agradecer? y ¿qué agradezco yo comúnmente?



Y sin irme a pensamientos de verdaderos pensadores a buscar la respuesta, dejé la primera duda en mi cabeza a ver qué pasaba mientras me esforzaba en prestar atención a mis agradecimientos diarios.


Y claro, estos últimos siempre estaban destinados a aquellos que me ofrecían algo (no siempre material), pero principalmente que yo necesitaba (desde el que me atiende en un comercio hasta quien frena la puerta del ascensor para que pueda entrar, pasando por el colectivero cuando me da el boleto o la gente de sistemas cuando arregla algo de la máquina que uso en el trabajo). Pero ¿y qué pasa con aquello que no necesito, principalmente, porque no tengo la noción de necesitarlo?


Entonces el devenir de las ideas se corre a la pregunta ¿y aquello que doy por sentado que "me lo merezco" por el sólo hecho de estar en este punto espacio-tempo-dimensional? (como el tener piernas que funcionen, el poder tener ropa que me cubra del frío, el poder tragar agua cuando tengo sed, el que haya aire para poder respirar, el que salga el sol todas las mañanas, el que la Tierra siga girando, el que siga habiendo fuerza de gravedad y ese GRAN y LARGO etc.)... eso... ¿eso lo agradezco?


Y ahí, justo en ese punto, se intersectan las dos preguntas que se desencadenaron al principio porque, entonces ¿qué es agradecer... dar las gracias... sentir gratitud?


Lo primero que me sale es que para poder agradecer hay que salir de uno mismo, hay que generar ese movimiento interno de darse cuenta que eso que tenemos/se nos dio/obtuvimos, antes no lo teníamos y ahora sí o que sobre eso que tenemos/se nos dio/obtuvimos no tenemos el más mínimo control.


Llegado el caso, el ejercicio de agradecer es un ejercicio contra el ego, contra esa vocecita que puede susurrarte desde un "si siempre fue tuyo" a "si te lo merecés ¿por qué agradecerlo?" o directamente ni siquiera dejarte ver que existe la posibilidad de agradecer... porque, claro, con cada agradecimiento nos ponemos en el lugar que a esa vocecita no le da de comer, que la deja famélica... ese lugar que NO es el centro del universo.


Y quizás, con darse cuenta SOLAMENTE de eso, o sea, de que no somos el centro del universo, el acto de agradecer, la acción de dar gracias, pueda hacerse mucho más fácil.


Pero claro, hay un punto de toda esta cadena de pensamientos que no ha sido desarrollada... ¿agradecer a quién? ¿tiene que haber siempre un ALGUIEN a quien agradecerle? Porque es mucho más simple cuando hay una persona a quien agradecerle, pero ¿cómo agradecer las leyes de la física? ¿cómo agradecer que el fuego calienta o que los planetas del sistema solar forman un "sistema" que no colapsa dejando que entre ellos se estrellen?... ¿o es que realmente también hay alguien a quién agradecer todo eso, a pesar de que, muchas veces, no querramos aceptarlo?


M.

6 comentarios

  1. Interesante reflexión, realmente.
    En mi opinion, fuera de nuestros pares cuando hacen algo por nosotros (con los que podemos comunicarnos mediante el lenguaje), pienso que antes que nada deberiamos expresar nuestro agradecimiento a la consciencia de esta tierra que nos nutre y nos protege, si es que creemos en ella, llamese Gaia, Gea o simplemente Madre Tierra. Este agradecimiento "metafisico" supongo que cada uno debería poder encontrar la forma de simbolizarlo...

    Acaso podría tener sentido agradecer a otras fuerzas cósmicas que nos protegen como especie, si creemos en ello...

    Lo que personalmente no concibo es agradecerle al creador del universo todo por esta aqui ahora, porque creo que no hay división entre creador y creación.

    Saludos y un fuerte abrazo,

    Christian.

     
  2. Mael Says:
  3. En mis años mozos (qué viejo que suena decirlo así...) durante unas semanas estuve aprendiendo a hacer manualidades con un artesano boliviano.

    Creo que tenía como mucho 11 años y recuerdo que comer con él era interesantísimo, porque era el momento donde ya no hablábamos de cómo agarrar las pinzas o cómo se doblan los alambres, sino de la Pachamama.
    Recuerdo mi incredulidad cuando este buen señor ofrecía sus primeros bocados y tragos a la madre tierra tirando ese primer pedacito de sandwich y el primer chorrito de la bebida al piso.

    Esa simple acción de agradecimiento quedó marcada en mi mente.

    Y lo de la división entre Creador y creatura, pues sí, da para seguir charlandolo largo y tendido con más detenimiento (y no en la parada de un colectivo :D)

    Gracias por leer estas pequeñas líneas.

    M.

     
  4. Calamaro Says:
  5. En mi vida puedo reconocer dos tipos de "gracias":

    El mecánico, el falso, el que digo por buena educación o de forma automática. Un gracias que no incluye agradecimiento. Este gracias se lo doy a los colectiveros, a los kiosqueros y a mis compañeros de laburo o a mi compañero de departamento por cosas que no considero "importantes" para mí... si no viajo en colectivo puedo caminar, puedo vivir sin comer alfajores, puedo limpiar el baño yo si no lo hace él. Simplemente no siento agradecimiento verdadero con el colectivero, pq el cumple con su trabajo y lo seguiría cumpliendo de la misma manera ya sea que voy yo o no. No tenemos un vinculo, el no modifica en nada sustancial mi vida y yo no modifico la suya, asi q no creo que exista un agradecimiento verdadero entre los dos...

    El otro es el verdadero, el GRACIAS del alma, el sincero. Este "gracias" es el que casi nunca digo, no por no sentirlo o por no valorarlo, simplemente no me gusta quedar en evidencia, no me siento cómodo mostrando mis sentimientos, me siento expuesto; y por lo tanto intento evitarlo. Además de ser un ejercicio contra el ego lo siento como un jugarse, un reconocer lo mucho que significa el otro para mi, lo fundamental que es (o fue) en mi vida, en mi desarrollo como persona su presencia. Eso es para mi es agradecer, reconocerle al otro el lugar que tiene en nuestras vidas... y si vamos un poquito mas allá es reconocerle al otro el lugar que nos da en SU vida. Siendo verdadera y ridiculamente sincero, mucho tiempo siento un gran agradecimiento hacia el perro que me acompaña en casa de mis viejos, pq me acepta como parte de su manada y me reconoce como parte de su manada... puede sonar medio tonto... pero SÉ q para ese perro soy único, soy parte de su grupo, de su manada... y le agradezco por el lugar q me dá.

    Resumiendo... me siento verdaderamente agradecido por quienes tienen un impacto en mi vida y quienes me permiten tener un impacto en sus vidas.

    Bueno, eso es todo... No voy a decir "gracias" pq ya expliqué q no me gusta exponerme... pero a buen entendedor pocas palabras

     
  6. Mael Says:
  7. Muchas (sí, muchas) gracias por comentar mi pequeño escrito, y muchas (sí, muchas) por hacerlo de manera tan personal.

    Es muy interesante lo que planteás sobre la primera categoría de "gracias"... da para pensarlo un rato largo... o quizás no tan largo, pero para el caso me lo voy a dejar un rato dando vueltas en el bocho a ver qué saco.

    M.

     
  8. De nada, Calamardo! :P

    (si, ya se que ese gracias no era para mi, pero bueh..)

    Me gusto tu reflexíón.

    saludos

    Mael: ¿serán las paradas de colectivo los ágoras filosoficos del presente? te la dejo picando.. :O

     
  9. kim Says:
  10. Lo que comentaba Calamaro sobre el sentirse expuesto y la incomodidad de la verdadera gratitud me dejó pensando en una cita que escuché el otro día en una propaganda de un programa:

    "Los hombres prefieren pagar un perjuicio a un beneficio, porque la gratitud es una carga, y la venganza, un placer"
    Cayo Cornelio Tácito



    ya que estamos, encontré estas otras citas del mismo autor que están interesantes (estoy desvirtuando un poco pero están buenas)

    "El poder conseguido por medios culpables nunca se ejercitó en buenos propósitos."
    "Cuánto más corrupto es el estado, más leyes tiene."
    "No hay atractivo en lo seguro. En el riesgo hay esperanza."
    "Una mala paz es todavía peor que la guerra".

    y la que parece un grito de guerra Klingon:

    "Mejor una muerte honrosa que una vida sin honor"

     

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